- La economía uruguaya creció en el primer trimestre
aunque a un ritmo más lento, ¿qué se puede esperar? - El Producto Interno Bruto (PIB) creció 0,6% frente al trimestre anterior y un
8,3% interanual
En el primer trimestre del año, la economía uruguaya creció 0,6% frente a los
últimos tres meses del año pasado, y 8,3% en la comparación interanual, es
decir frente al mismo período de 2021. Los datos surgen del informe de
Cuentas Nacionales divulgado en la tarde de ayer por el Banco Central (BCU).
En términos generales, el dato fue positivo porque reflejó que la economía
uruguaya continuó creciendo, pero también se debe tener en cuenta que la
expansión interanual del Producto Interno Bruto (PIB), se explicó en parte a la
baja base de comparación con el primer trimestre del año pasado, período que
estuvo afectado por la ausencia de turismo receptivo debido al cierre de
fronteras y las restricciones a la movilidad por la segunda ola de covid-19.
Según explicó a El País, la economista y socia de Exante, Florencia Carriquiry,
las cifras confirmaron que si bien la actividad económica siguió creciendo
durante el primer trimestre, lo hizo “a un ritmo menor que en los dos últimos
trimestres de 2021”.
Esta apreciación está en línea con lo que había previsto el BCU en su último
informe de política monetaria -divulgado el pasado 6 de mayo-, cuando señaló
que la economía crecería “a un menor ritmo que el del cierre de 2021”, dado
que se registraba una “cierta desaceleración” en algunos indicadores
económicos relevantes.
En base a los cálculos realizados por El País, teniendo en cuenta el aumento
del PIB en el último trimestre y si la economía no creciera en lo que resta del
año, se daría un aumento de 4,29% interanual, de acuerdo al “efecto de
arrastre” estadístico. Es decir, si todos los meses marcaran cero crecimiento,
esa sería la expansión del año.
Según explicó el economista del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED),
Ignacio Umpiérrez, el dato del PIB desestacionalizado, “indica que la economía
sigue creciendo a un buen ritmo y confirma que el crecimiento de 2022 estará
en torno al 4,5% anual”.
En tanto, Umpiérrez destacó que si no se considera el “efecto de arrastre”
estadístico del año pasado, la expansión del PIB “estará muy en línea con el
crecimiento potencial de la economía, estimado en 2,1%”.
Esto, según el economista del CED, implicaría que la economía uruguaya
volvería a estar “en una situación muy similar” a la registrada previo a la
irrupción de la pandemia del covid-19, “con el desafío de aumentar la tasa de
crecimiento potencial”.
En línea con esto, el economista y director del Observatorio de la Coyuntura
Económica de la Universidad Católica, Javier de Haedo indicó en su cuenta de
Twitter que en el primer trimestre “hubo una desaceleración del crecimiento de
la economía”, y que si bien el PIB uruguayo podría “crecer cerca del 5%” este
año, la “mayor parte” de ese incremento “será heredado” de 2021. Según de
Haedo,“el crecimiento a lo largo del año, propio de 2022, entre cuartos
trimestres, apunta a ser bajo”.
De acuerdo con el informe del BCU, la expansión interanual del PIB en el
primer trimestre reflejó una recuperación de la actividad económica, la cual
estuvo “apuntalada en la normalización parcial de la actividad turística, la
demanda externa y algunos grandes proyectos de inversión”
En este sentido, desde CPA Ferrere, el economista Martín Cassella manifestó
que la apertura de fronteras “impulsó al turismo durante el primer trimestre del
año”, fenómeno que “junto a la pujante demanda externa y los grandes
proyectos de inversión fueron los principales motores del crecimiento”.
Desde el enfoque de la demanda, Cassella destacó la incidencia positiva de las
exportaciones de bienes y servicios, así como también la recuperación del
consumo de los hogares que se encontraba aún rezagado. Asimismo, indicó
que la tasa de inversión continuó aumentando como porcentaje del PIB
(alcanzó el 19%), impulsada por inversiones asociadas a la tercera planta de
celulosa de UPM, al Ferrocarril Central y al sector agropecuario.
Sobre este punto, el economista de PwC, Ramón Pampín, dijo que la inversión
y las exportaciones son dos de los tres núcleos de la demanda “que han venido
sosteniendo el crecimiento” de la economía uruguaya.
Sectores
Desde el enfoque de la oferta, si se analiza por sector de actividad,
prácticamente todos crecieron en comparación con el primer trimestre de 2021.
En términos interanuales, el crecimiento del 8,3% del PIB uruguayo estuvo
incidido principalmente por los sectores Transporte (con una expansión del
14,4%, el rubro que más creció en la variación interanual), Construcción
(aumentó 11,2%), Salud, educación y servicios (creció 10,7%), las Actividades
profesionales (crecieron 10%) y el Comercio (se incrementó en un 9,1%).
Sin embargo, según Carriquiry, al analizar los datos desestacionalizados por
sector, estos marcaron que “frente a los niveles de fines de 2021 hay
comportamientos mixtos y son varios los rubros que tienen descensos, aunque
moderados en general”.
En este sentido, el economista y socio de Vixion Consultores, Aldo Lema dijo
en su cuenta de Twitter que el crecimiento de la economía uruguaya en el
primer trimestre, estuvo “afectado negativamente” por la caída de Electricidad,
gas y agua, rubro que registró un descenso interanual de 0,5% y de alrededor
del 6% desestacionalizado frente al cuarto trimestre de 2021.
De acuerdo con el informe del BCU, la caída en este sector “se explica por una
mayor producción de energía térmica, que contiene menor valor agregado que
las renovables”, así como por una reducción en las exportaciones.
En tanto, si se tienen en cuenta los sectores de mayor crecimiento con
respecto al panorama previo a la pandemia, la Construcción es la que lidera
(+14%), seguido del sector Agropecuario, (+10%), los Servicios profesionales
(+8%); y el Transporte (+7%), según las cifras del CED.
Una recuperación con “luces amarillas”
De acuerdo con Pampín, de PwC, el año 2022 “va a marcar una buena tasa de
crecimiento en términos históricos” (el promedio histórico está en torno al 2%),
pero indicó que “la gran incertidumbre es el consumo privado y cómo se
sustituye la inversión de (la segunda planta de celulosa de) UPM”.
Por su parte, Sofía Harguindeguy, economista y gerenta de Grant Thornton
Uruguay, dijo que el dato del PIB del primer trimestre llevará a que la
consultora corrija al alza sus proyecciones de crecimiento para el 2022, las
cuales están actualmente en 4,3%. Dicha corrección está basada en que
estiman que “el consumo privado continúe recuperándose y se mantenga el
extraordinario dinamismo de las exportaciones”.
En tanto, desde Exante, Carriquiry afirmó que revisarán sus proyecciones (sus
últimos pronósticos apuntaban a un crecimiento promedio anual de casi 5% en
2022), aunque no aguardan “cambios muy relevantes. Quizás donde tenemos
más dudas es en relación al desempeño del consumo en los próximos
trimestres”, afirmó la economista. Sobre este punto, dijo que hay “algunas
señales negativas” que podrían afectar el nivel del consumo de los hogares,
como el freno en la recuperación del empleo, la mayor inflación y la afectación
en el poder adquisitivo de los salarios. “Todo eso nos hace pensar que
podemos ver menos dinamismo del consumo en lo que resta del año”, dijo
Carriquiry.
Desde el CED, Umpiérrez dijo que “la economía sigue un sólido proceso de
recuperación de la actividad”, aunque “hay que prestar atención al
comportamiento del consumo privado en el segundo trimestre”.
Además, dijo que en el escenario internacional “hay mayores luces amarillas”
por la suba de las tasas de interés, la persistencia inflacionaria y la
desaceleración de las economías relevantes para Uruguay (China, Estados
Unidos y Europa). “Esas luces amarillas podrían eventualmente generar un
cierto desimpulso externo”, concluyó el economista del CED.
Inversión: 25% arriba de los niveles prepandemia
La formación bruta de capital fijo (inversión) aumentó 4,8% en comparación con
igual trimestre del año anterior. Desde el CED, Umpiérrez indicó que en
términos desestacionalizados la inversión tuvo un crecimiento del 0,4% en
comparación con el cuarto trimestre del año pasado. “La inversión es el
componente de mejor desempeño y se ubica un 25% por encima de los niveles
previos a la pandemia (cuarto trimestre de 2019), apuntalado por la
construcción de la segunda planta de celulosa de UPM y sus obras conexas,
además de desarrollos inmobiliarios de viviendas y maquinarias y equipos para
el agro”, explicó. En tanto, desde PwC, Pampín destacó que desde el lado de la
inversión (y su contracara en el sector de la construcción) los datos del BCU
reflejaron “un dinamismo importante en la construcción de vivienda residencial”,
lo cual es “un dato alentador” para las perspectivas económicas.
El gasto de consumo continúa rezagado.
El gasto de consumo final creció 6,7% respecto al primer trimestre de 2021. El
gasto de consumo final de los hogares aumentó 6,9%. Según Pampín, si bien
el consumo privado creció, “aún se mantiene en niveles pre pandemia” y
explicó que en eso inciden las variables del mercado de trabajo, las que “si bien
se recuperaron en cuanto al empleo, no así en cuanto a salarios”. Para el
economista del CED, el consumo privado tuvo una recuperación de 0,8%
desestacionalizado (frente al último trimestre de 2021), por lo que “sigue siendo
el componente más rezagado en la recuperación” económica tras el impacto de
la pandemia. Las exportaciones aumentaron 23,5% en la comparación
interanual. Frente al trimestre anterior tuvieron una leve caída pero siguen por
encima de la prepandemia.
Artículo publicado en El Diario el país el 17.06.2022